Mi cuarto esta desordenado, como mi vida. Hoy es uno de estos días en los que no sé qué ponerme, porque todo me sienta mal. Uno de estos días en los que no me apetecía salir, pero he salido. He salido con mi mala cara y mis complejos, pensando que podría olvidarme de todo esto. Todo el mundo parece más feliz que yo, más seguro de sí mismo, más suelto, más... simple. Pero yo en cambio me retuerzo en mis pensamientos, en mi mal estar, en mis complejos... Y cuando he decidido volver a mi casa para acabar esta mierda de día, empiezas a jugar conmigo, a sacarme sonrisas espontáneas a la fuerza, a hacerme olvidar mis estúpidos complejos ... A decirme con miradas que no estoy sola, que tú tampoco lo estás, porque yo te tengo a ti, porque tú me tienes a mí. De que te gusto tal y como soy, con mi mala cara, con mis complejos, con mis tonterías. Es cuando yo verdaderamente me doy cuenta de que te necesito a mi lado, de que estas ligado a mi sonrisa.

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